sábado, diciembre 16, 2006

Me Dueles

















Me dueles,
¡y cómo duele la sombra-veneno de tu ausencia!

Cuando ya el mar había abandonado su sal
y las rocas dejaban de pulirse,
volviste a aparecer en el amarillo horizonte de la tarde.

¡Cómo me daña el rayo bestial de tus manos!
apenas un roce basta para hacerme trizas,
apenas tu mirada tan leve como uno de mis suspiros
destroza más que huracanes y lava.

Cuando ya creía a la noche brillante de estrellas,
se adormeció mi alma de tu éter lastimante...

No esperes,
¡Quiébrame la sombra, destino!

Cuando ya me veía putrefacto en plena canícula,
deshecho de sueños y alegrías,
envías la mano de quien más amo
a recogerme sólo para lastimar mi ego.

Me dueles,
y patético me escondo del ruido que provoca tu mirada
cada vez que parpadeas contra mí.

sábado, noviembre 18, 2006

El Ruido Del Volcán


















El silencio al despertar,
cada mañana no es igual.
Una sombra, una señal...
es el ruido del volcán.

Estridencia clandestina,
beso amargo sin saliva.
El desarme, la neblina...
la demencia pervertida.

Olvidado ya el llanto
(sin demoras y sin prisas)
que este dolor desesperado
se abandone en tu ceniza...

Quiero mar, quiero sal....
el dominio universal
de la sangre del volcán sobre mi piel.

Que me hiera la mordedura
de sus dientes sin excusas,
rebalsando comisuras
en ausencia de dulzura...

El ruido al descansar,
cada noche es similar.
Una muerte, un puñal,
es el sigilo del volcán
que me espera al despertar...

martes, noviembre 14, 2006

Play




















Press the button on me...
Play me.

Hear the song appearing in my skin,
the song that I'll never forget.

The music in your voice
makes the sound disappear,
destroying the color of the shades.

Always... I will always be the vibration of your fears.

Always... You'll be the fear (My fear).

The silence exhausted me,
therefore, don't let me be the pause in the row waiting for the choir of the crowd.

Play on me.

Press me,
and then stop my being.

Sin














Me quedé sin aliento.
Sin la sombra ni el sueño.
Sin boca.

Entre ruidos e imágenes de lluvia me debatí.
Se doblegaron mis rodillas y mi sangre.
Sin fuerzas.
Sin alma.
Cedí.

Destrocé mi voz y me quedé sin ella.
El cordón de la nostalgia se cortó en pedazos ante mis manos
y no pude resistir el impulso de la noche sobre mí.

Me quedé sin sabor.

La menta con que refresqué al espacio
se disolvió sin ganas.
Sin coraje.
Sin luz.

Me apagué en silencio.

Me quedé sin aliento.
Sin poema.
Sin la violencia de mi piel.
Me quedé sin ti.

domingo, noviembre 12, 2006

La Atrapé En Llamas












Cuando se me venía encima,
la atrapé en celo.

Seductora la cogí entre los dedos,
iba desnuda, iba en pleno vuelo...

La atrapé en llamas.

Perdí la sensibilidad de mis huellas
cuando intenté robarme su tacto.
Extravié la mirada y el llanto de las horas en ruinas.
Me llené de la perpetua sonrisa endiablada del espanto.

Cogí la sombra de su dolor solar
para transformar en astros las lágrimas que le salían,
pero la iridiscencia de su voz se me quedó en la garganta
y no podía gritar, ya no podía siquiera musitar...

La atrapé en llamas y ardí con ella;
la atrapé en vuelo, ganándome el abrazo de su cielo;
la atrapé para aterrizarla y dejarla nuevamente correr...
en llamas la atrapé y en llamas la dejé.

sábado, noviembre 04, 2006

El Ojo De Dios















El azul ceniza de su mirada se posó en mis manos.

En un tiempo remoto en que la cal y el azufre delimitaban terrenos,
el ojo de Dios penetró en mi interior y transparentó hasta mis huesos.

Las agujas de su silencio me clavaron el alma y desangraron mi culpa.

(Sé que desde ese momento el azul de tu ceniza evitó mi mirada).

Quizás todo estaba escrito.

Un hilo de sangre milenario avanzó y estiró sus raíces.
Hoy, era impensable pero tu hilo se cruzó con el mío.

El ojo de Dios todo lo observa, el ojo de Dios está en tu ceniza.

Polvo al polvo.
Sangre de su sangre.
Por los siglos de los siglos.

El ojo de Dios en tu mirada vuelve a ser un peligro.

viernes, octubre 27, 2006

Animal Interior




















El animal bajo mi piel
lava sus heridas con saliva y sal.

Al final de la batalla perdió sus garras asesinas y su fuego.

Ya no le quedaban fuerzas para destruir al demonio
que enfrentaba desnudo de fiereza.

El animal interior manifestó su dolor
en cada gesto, en cada zarpazo,
en cada beso compulsivo con la muerte.

Se entregó al miedo
y reveló lo que era:
Un espía del silencio, degustando angustiado el sabor de la derrota.

Cayó la bestia;
cayó el hombre.
En equilibrio precario se quedó el alma...

(Te dejo,
te dejo,
te dejo,
te dejo ir...)

Desvalido, involuntario, gris.
Necesitado más que nunca de su mano,
le dejó ir.

Su risa (mi risa; tu risa) se quedó en cautiverio,
dejando en aquel rostro humano,
sólo vestigios de su triste animalidad.

sábado, octubre 14, 2006

Aunque Me Engañe...
















Cuando el perfume de sus manos abandonó mi piel,
quise no llorar su ausencia, pero
encontré en el suelo tantas formas de sucumbir,
que me quedé tendido sobre mis heridas, mordiéndome los ojos.

¿Cómo me acostumbro a la percepción de no tenerle?

Si me transformé tantas veces en la brisa de su boca exhalada,
en el fuego que en sus piernas se desvestía salvaje.
Si fui tacto en su materia, si olíamos a roca tallada
si supe a luna de ámbar, si mirando conquisté su paisaje...

Su abrazo nocturno me sumía en el sueño más profundo, en el más seguro.
Y aunque ardí en sus manos de maneras tan distintas,
hoy no queda más que la absurda noche sombría que me habita.

Me descubro asfixiado, exhausto, descarnado.

Y es que la violencia desgarradora de su adiós
me dejó en penumbras.

No quisiera terminar deshojando recuerdos,
No quisiera anhelar nostalgias de lo que no fue.
Por eso hoy deshago la madeja del silencio perturbador
que me dañaba el cuerpo y las ganas.

Y así es que hoy ya no lloro tanto solo,
pues ya no tengo tanta rabia.
Y es que ya no me hace tanta falta.

Aunque me engañe, siento que ya no abrazo su perfume...
Se me descolgó su aroma con su partida
dejando una estela cuya presencia
sólo a veces, me roba una que otra lágrima.

miércoles, octubre 11, 2006

¿Qué Fue De Ti?















Se acabaron los tiempos ruidosos y tristes.

La piel quebró sus llagas,
y hoy se abre distinta al beso de otra piel.

La luz dejó su sonido láser.
El mar ya no tortura con su sangre...

La lava no ha vuelto a perseguir a mis pies,
ni yo huyo de ella.

Se acabaron las estridencias,
las lágrimas de lluvia.

El rojo de las manos...
El brillo de la noche que me mira,
ya no asusta.

Soy ave de silencio
navegando desnuda por un aire impregnado de sal...

No me falta el aire,
hoy se acabó la caída.

Desfallezco,
duermo,
con los ojos abiertos entrego esta vida.

Me estremezco en el fin.

Me despido de mí,
pero antes dime...
¿Qué fue de ti?

sábado, octubre 07, 2006

Recreo




















En el recreo de las once, un día me di cuenta de que existías.
Tu cuerpo modificado por el incesante despertar de la vida
se perfumó de historia, se abrió como orquídea, fui abeja en ese contexto.

Quise olvidar las distancias del tiempo,
quise quemar los libros que me prohibían tu mano.
Intenté en mis clases relatar otro cuento,
pero entendí que el dolor era sobrehumano.

La campana te arrancaba de mi ojos,
pero tú delatabas tu interés con una mirada de soslayo antes de partir.
Era evidente que la grieta de un amor profano se abría entre tú y yo.
Y yo quería; Y tú cedías...

Revolvimos las piezas de un juego inclemente.
Nos hicimos víctimas inevitables del desamparo.

¿Quien iba a pensar que al abrir el camino hacia tu boca
iniciaba la ruptura de mis labios...?
¿Por qué se hizo de hielo el calor que tu mirada provocaba?

Te entregué el dolor que llevaba conmigo
y lo maquillaste de risas,
pero te transformaste en sable a fin de cuentas...

Acabó el recreo,
y con él tu promesa de mañana caer a mis pies.
Fue mi cabeza la que cayó en los tuyos...

(He tratado de volver a ti,
he querido que comprendas como existe aún un puente entre nosotros.
Cuando los errores son compartidos
las reparaciones también deben ser mutuas.
Que nadie entienda esto, excepto tú.
Apelo a tu entendimiento de la vida.)

Quiero re-crearme, re-crearte...
que mi rostro y el tuyo se transformen en un lienzo nuevo.
Que suene nuevamente la campana,
quiero entrar contigo a la clase de arte.

sábado, septiembre 30, 2006

A Esperar




















Atravesé solitario la sordidez de las avenidas narcóticas.
Crucé miradas con el enemigo,
como chiquillo de doce en una plaza sudorosa y hambrienta
a la medianoche...

Pisé el césped prohibido y la ruta corrupta
entre los arbustos que rasgaron mi cara de inocente desafiado.

Pero no cedí.

Tacones duros y pesados evadí
(La teconología del engaño en las esquinas,
me observó como presa fácil).

El veneno de la noche quería lubricar mis venas y no lo dejé,
aunque muchas veces (no lo niego) su sabor rozó mis labios.

He querido apagar la luz de las calles tantas veces...
enmudecer.
Que las ráfagas del silencio recorten toda voz
para amanecer abrazado al pavimento, pidiendo su paz.

Pero aparece tu mirada.
E indefectiblemente, se aparece mi risa.
Nuestra complicidad renace.

Y corro.
Corro hasta ahogar con mi sudor
el llanto de la ciudad que dejo atrás.

No voy a quedarme a morir sin ti.

Sigo el camino que dejaste en mí,
a esperar que al final del trayecto nos hallemos.

martes, septiembre 26, 2006

Amor A Primera Vista




















Mírame,
no dejes de verme.

Si crees en el amor a primera vista,
no cierres los ojos
cuando me acerque a ti.

Y es que no hay puente que soporte esta distancia...
Ni abismo al que le sirva convivir con esta muerte.

Yo te amo.

Te esperé dormido
queriendo apagar el ruido que provocó tu ausencia.
Me entregué perdido,
vacilante, vencido...
masticando el sueño, la demencia.

Mírame,
no dejes de verme.

Si crees en el amor arrepentido al final de este camino,
no cierres tus brazos cuando dé vuelta la espalda...

sábado, septiembre 16, 2006

Mi Saliva Se Quedó Con Tu Sangre




















A mordiscos te arranqué la soledad que traías en la boca.
Me bebí el miedo que exhalabas frío como la sal.
Dormí en los retazos de tu cuerpo que despedían azufre,
y en cada gesto, doblegué al temor que te nacía.

Fui escudo de plata en tus mejillas abofeteadas.
Desarmé las coronas de espinas en tu corazón.
Hablé con el silencio que te rodeaba y me hice credo,
y en cada plegaria, perdonamos al llanto por lo que nos hizo.

Sin embargo, ahora me dejas descascarado.
Con la fe entre las piernas.

Me devuelves los besos con un dejo de desidia que no puedo evadir.

Yo que me fugué contigo de la paz que nos rodeaba.
Yo que entré en el caos maravilloso de tu presencia clandestina en mí.
Yo que te besé violentamente.

Mi saliva se quedó con tu sangre,
y sólo el sabor de tu olvido se quedó en mis labios...

viernes, septiembre 08, 2006

Te Robé La Voz



















Tus palabras me enseñaron a hablar,
pero tus labios se cubrieron de llagas
tratando de mostrarme la verdad.

Te robé las palabras.

Me guiaste por senderos de piedra,
y aunque no sabía caminar
fueron tus sandalias las que se destrozaron.

Me quedé con tus pies.

Descifraste el enigma en mí,
desnudaste la sangre que me dominaba,
sin embargo quedaste tú en suspenso, tú en penumbras.

Me hice dueño de la traducción de tu alfabeto.

Quedó tatuada en mí tu estrella,
quedó dormida en mí tu palabra,
tú quedaste sin cielo,
sin el sonido del trueno.

Te robé hasta la voz.

lunes, septiembre 04, 2006

Cuando Se Me Acabe La Noche












He sido culpable en este juicio devoto de mi piel,
He sido culpado.
Sin testigos, pero con toda la evidencia a cuestas.

He sido condenable, no hay duda.

Caminar por lo claro es tan difícil sin tu aliento luminoso...
(Si al menos hubiese querido cometer el crimen perfecto).

Las atenuantes no sirven cuando se daña la fe de alguien,
así que merezco la sentencia mayor,
esa que no quita la vida de una bofetada,
sino que la cobra con clara intención de provocar dolor.

Quedaré en silencio sentado en una esquina de mi corazón,
esperando que se me acabe la noche, para echar a andar.

Que se me acabe la noche, ya...

martes, agosto 15, 2006

La Fe Puesta En Tu Piel Me Abruma














I Lo Sublime

Alguna vez, la sublime belleza de tu beso descendió hasta mi boca,
bautizando un amor terreno que germinó entre tus manos y las mías.

No había sol.
No llovía.
Sólo tu aliento dio vida.

Divino beso, Divina piel, el placer convertido en Dios.

Tu boca doblegó mis piernas y una súplica eléctrica acaparó mi espalda.
Una brisa, un roce, una flor,
un clamor, un beso, el cielo.
Todo confabuló, alguna vez.

II Lo Trágico

Pero la sangre... la sangre.
La tragedia de tu herida provocada por la sangre.
Fue ella la que dañó mi fe.

Se hizo costumbre el daño en tu mirada.
La esperanza fue quebrantada de súbito y el mal hizo su estreno.

El látigo.
La rabia.
El golpe cruento envuelto en seda.
Tiro de gracia a una unión perfecta.

III Lo Patético

¿Cómo siguen cantando, ángeles, si la muerte ríe a carcajadas?
Su estridencia no permite otras notas. ¡Cállense!

Atrapado en el tiempo de una balada sorda,
me quedé bailando solo,
resbalando en el charco de sangre que mis pies desprendían a gritos.

Un abrazo descolgado, una caricia destrozada,
y la música... la música... a destiempo.

Mi sal no da para curar tanta herida.

Grotesco.
Patético.
Una sonrisa destemplada muestra mis dientes deformados.
Ya no hay beso.
Sólo silencio.

No aplaudan.
No lloren.
Miradas lastimeras no quiero.
Orgullo desperdiciado, tampoco.

La fe puesta en tu piel me abruma, pero debo reconocerlo...
tuvo el poder de destrozarme entero.

martes, julio 25, 2006

El Discurso De La Masa
















El discurso de la masa es siempre el mismo:
Abandona el riesgo,
Sacrifica sueños,
Muérdete las ganas...

Le temen al filo de la gloria,
al poder de la victoria.

Sé que las voces se te cuelan imprecisas por senderos tan inciertos a veces,
que no sabes a cuál de todas responder.

El oído es tan inestable en ese contexto.

Las ideas se desmoronan; las nociones sucumben.

Mírame y verás caer la ciudad amarga de temores que han construido para ti.

Bésame, arriésgate, disfrutemos...

lunes, julio 24, 2006

Arrojado Hacia El Fin




















Arrojado hacia al fin...
el olor a carne descompuesta ya asoma.

Quién iba a pensar que pagaría más que el resto.
Que mi piel sería considerada culpable frente a todos.

Arrojado al fuego de la madrugada me quemé las ganas de verte por última vez...
pero la sangre me borró por completo y a ti te volteó la cara.

Tengo miedo de agotar mis manos...
Considera que acariciaron las llamas tanto tiempo.
Sólo hoy ceden a las llagas como nunca antes lo hicieron.

El color de las horas se ha tornado ya algo grisáceo.

Las cenizas que me dejas son mi señal.

Abandonarme me duele... dejar de leer nuestra historia... que ya no quieras rescatarme más.

Arrojado hacia el fin
veo tu sombra,
la ausencia de un final feliz en que tú y yo brillabamos en el cielo.

Arrojado hacia el fin
veo mi sombra,
la presencia de un dolor infinito que inicia hoy con tu despedida.

El agua fría no calmará,
la ceniza al viento no cesará.

martes, junio 20, 2006

Cicatriz















La huella me quedó impregnada en la voz.

La cicatriz.
La cicatriz.
Tu cicatriz.

Mi nombre ofreció silencios, embaucó a las horas y se dañó su sal.
El golpe le rompió las cuerdas , doblegó sus cruces y lo dejó sin fin.
Mi nombre sorteó caminos, denostó al peligro y se volvió de cal.
El tuyo reaccionó con clavos, aprisionó cuchillos y enguyó un festín.

No quedaría rastro,
no sobrarían manos, pero la cicatriz.
La cicatriz.
Mi cicatriz.

Se me quedó en la espalda el frío de la sangre.
Me recorrió un caudal de llagas por doquier.

Se transformó en un rasgo de mis años, en un rasgo de mi piel.

La cicatriz.
Tu cicatriz.
Mi cicatriz.

domingo, junio 04, 2006

Irrealidades


Niégate la sed de ríos.

Abre un surco distinto al mío para que la boca del cielo se beba toda el agua que te queda...

y aún así, niégate la sed de ríos en tu piel...

Construye una sombra a pleno sol.

Dibuja con martillos lunares en tu piel y aún contra corriente, transfórmate en la sombra a pleno sol...

Porque ya no puedes esconderte.

No puedes negar que en tu contrato con la irrealidad, siempre fui lo más real.

Rompe el cordón de la nostalgia.

Deshazte de la muerte.

Deja que vuelen las rocas sobre ti.

Deja que se arrastren las nubes a tus pies.

Mas no sabrás romperme en tu memoria.

La irrealidad se agobió de ti y me instaló en su lugar.




domingo, mayo 21, 2006

El Que Ama Siempre Está Perdiendo















En la rebeldía de tu espalda
olí tu miedo...
y es que el que ama siempre está perdiendo
y lo sabías...

Soltamos la mano del frío
y tras la pausa,
domesticamos las horas.

(Cometimos el error de sujetar con fuerza la arena) .

Nunca quise esto.

Arresté el daño para que no cometiera delitos en ti.
Abrí una tregua entre mis manos y con ellas lavé tu rostro para darle paz,
pero mi mano se soltó del frío...

Entendimos de manera distinta el invierno, la lluvia...
Yo me fabriqué caminos para emprender la vida
y tú esperabas que te recogiera en mi trayecto.
Y ahí te quedaste... en la humedad de la madrugada.

El que ama siempre está perdiendo
y yo lo sabía...

¿ahora entiendes mi partida?

Infame
















No quieras quebrantarme una vez más,
aunque respires sangre por los poros
no seré tu salvación.

Es cierto que llegué a tus manos convertido en sombra,
que me sobraban cicatrices
y que el silencio era mi voz,
pero fuiste infame...

No quieras doblegarme,
por más que sigas dedicando derrotas en mi piel
no seré la víctima de tu mano despiadada.

Es verdad que descubriste con dardos mi agua estancada...
que a borbotones tomé otra belleza después de ti
y el canto del aire fue mi nueva voz,
pero fuiste tan infame...

¡No te lavaré los pies!
¡No lo haré otra vez!
porque destrozaste los míos...

Sé que mis pies son culpables de venir andando y renegando pasos,
pero los tuyos pisotean.
Dejan rastros, huellas, residuos
que queman la arena que se queda tras de ti.

No voy a creer en tu venida.
No voy a poner mi fe en tu resurrección.
¡No creo en tus estigmas!
¡No creo en tu dolor!

Crucificaré mis propias manos y mis propios pies,
clavaré una lanza a mi costado,
incluso dudaré...
pero no pediré que te perdonen
porque estoy seguro de que sí sabías lo que hacías...

Ese es el precio de tu infamia.

martes, mayo 16, 2006

Vulnerables















- ¿Fui feliz?
- Claro que lo fui.
- ¿Hasta cuando fui feliz?
- Hasta que me di cuenta de que no lo era realmente,
que sólo tenía la idea de que lo era...

La felicidad me es extraña ahora.

Todos somos extraños,
la extrañeza es la revelación.

Estamos más propensos al daño,
el que no lo note solo vive como animal
durmiendo, comiendo, soñando.

Yo vivo alerta al daño,
pues su garra me rozó la piel tantas veces...

Somos vulnerables.
¿Quién puede negarlo?
La máscara, el simulacro, también son parte del daño.

No te engañes.

No comas de su mano.

Tu Dios No Es Mi Dios




















Deja atrás tus súplicas de fuego...
el agua maldita con que intentas limpiarte.

Deja tus jadeos eternos... tu sudor de azufre.

El sacrificio de tu sangre no purga los demonios que dejaste en mí.

Deja tus caderas en paz,
tu dios no es mi dios.

No quieras comulgarme a besos,
ya tu saliva no alcanza para lavar los pecados del mundo.

En la república de mi boca gobierna otra voz.

Abandona tu postura de clérigo arrogante...
la vida eterna no está a tu lado.

El sacrificio de mi sangre me enseñó a hablar... y aprendí.
Y es que el que intenta enseñar siempre termina aprendiendo.

Deja tus jadeos en paz,
ya no me rindo ante ellos.
Tu dios ya no es mi dios.

Cuando me sobre tu herida, inventaré la sal.

Y Yo Te Creía















Desgranando mi historia en ti,
descubrí fragmentos de una comunión inconclusa.

Página a página hallé las pistas :

labios falaces rompiendo silencios,
ojos fugaces humedecidos en vano.

La cara de un ángel desprovisto de alas
irrumpía celosa en la letra...

Y yo le creía...
yo le creía.

Seguí el argumento fiel al pacto que habíamos firmado...
yo te leía y tú me decías (y yo te creía...)

Decías que íbamos a subir la cuesta,
que miraríamos desde arriba
que buscaríamos el lugar exacto
en el que construiríamos nuestra casa...

No quería hacerlo solo...
no quería.

El prólogo prometía,
pero el papel soporta tanto...

domingo, abril 30, 2006

Fui, Soy, Seré















Fui cometa.
Fui su estela.
Fui distante...
la llama que incendió por un instante.

Fui la duda.
La sombra.
El dilema...
martillo de sangre en tu cadena.

Soy el crimen.
Soy el móvil.
Soy culpable...
el caos de las horas inestables.

Soy la llaga.
La herida.
El daño...
la intención oculta tras los años.

Seré aliento.
Recuerdo.
Silencio...
la boca que despides con un beso tras la muerte.

Fui, soy, seré...

martes, abril 25, 2006

Quítame El Barro De La Sangre









Me hice de tierra para que aprendieras a sepultar en mí tus silencios.
Para llenar de minerales tu boca,
para alimentar de semillas el temblor de nuestro beso.

Pero no aguanté que me escupieras y me pisotearas una y otra vez.

Por eso, quítame tus raíces de la piel,
que ya no puedo contener la estridencia que me dejas.

Me hice de agua para que intentaras ahogar en mí tus castigos.
Para colmar de oxígeno tus manos,
para borrar las llagas que la sequía de tu alma te ha dejado...

Pero no soporté la delgadez de tus respiros y que llenaras de golpes mi cara.

Por eso, quítame el desierto de los ojos.
Quítame la arena vitrificada que ha dañado mi mirada tantos años.

Quítame el polvo, al que ni el soplo de tu dios le dará vida...

Desarma la estructura que pusiste sobre mis hombros.
Quítame los metales que aleaste para protegerme y terminaron siendo tu máscara en mí.
Quítame tus pies de encima...

Quítame la tierra que te di, incluso... Quítame el agua que te entregué...

Porque nada de lo que te di tiene efecto duradero... ya que ninguna de sus causas lo fue.

Por eso te exijo: Quítame tu barro de la sangre...
para que cuando amanezca no quede rastro de lo que fue.
No quede rastro de lo que pudo ser.

sábado, abril 22, 2006

Y yo desesperaba













La mecánica de tu silencio desampara, seriamente...
No oírte provoca miseria.

Es como si el desparpajo de otras voces fuera de una estridencia paupérrima;
un ruido que sólo permite darme cuenta de cuán necesaria me es tu palabra.

El oído busca claves de esa, tu voz lejana; enguye sonoridades eclécticas en busca de un silbido al menos parecido a tu eco... y nada.

El ojo mira al cielo, al suelo, al horizonte y no visualiza onda sonora alguna coloreada de tu sombra, ni diluyéndose en el espacio... ni transformándose... nada.

La nariz, independiente del aire, se desentiende de todos y pretende hallar las vibraciones de tu garganta, de tu vientre, de la raíz de tu sonido... y nada nuevamente.

La boca, a su manera, emulando a una víbora, estira su lengua, expone sus papilas y tienta descubrirte alargándose hacia ti... un sólo temblor en el infinito provocado por tu voz sería suficiente... pero nada.

Sólo el tacto fue leal a nosotros... las manos (mis manos), fueron las que te revelaron.

Una vez que estuvieron cerca de tu boca, libaron tus labios... y tu gemido... tu gemido...
emergió de lo profundo de ti como la música que me hacía falta.

Ahí estabas.

Tu sonido estaba junto a mí.

Sólo callabas un instante.

¿Y yo?

Y yo desesperaba.

Duelo
















Mis ojos terminaron su duelo.
No sin antes sufrir la virgen negación de la verdad.
Culpar a la noche.
Beber del cáliz y escupir a ciegas.
Sacudir el templo.
Abofetear tu imagen.
Temblar.

Mis ojos terminaron su duelo.
Apaciguando el agua fúnebre que brotaba con olor a estiércol.
Resumiendo el sabor acre de los golpes.
La nostalgia hoy es efímera.
Está anestesiada.
Más parecida a la amnesia que a una reminiscencia de lo que fue.

Mis ojos terminaron su duelo.
Acariciaron la derrota provocada por la venganza masiva de tus labios...
Cobraste lo que creíste el legítimo asesinato de un sueño que ya no satisfacía.
Querías despertar.

Pero antes, hay algo que debes saber.

Con tu partida deportaste mis sobras de tu cabeza para que el olvido resultase efectivo.
Pero ni así, ¿me oyes?
Ni así.

Suplicarás con tierra en la boca, con tierra en los ojos, con tierra en las manos...
que te perdone la boca, los ojos, las manos...
Pero ni así, ¿me oyes?
Ni así.

Me cagaré en mi puto orgullo.
Me cagaré en tu puta vanidad.
Y no cederé.
Ni con la mierda al cuello... cederé.

Hoy, mis ojos terminaron su duelo... para no verte más.

miércoles, abril 12, 2006

Te digo


Que me iba a reencontrar con huellas, pensé... (y que las horas se me harían trizas).

Que entraría cabalgando en ruinas, temí... (que me quedaría sin la sal de tu boca).

Que no cabe duda que la duda ahorca, lo sé... (y que la sombra degolló mis manos).

Que hace días ya no tengo sueño(s), pavor.

Que se derrama mi sangre a gritos...

Que me congelo e incendio en paralelo...
Porque el sinsentido me devora entero, amor.

Y es que se parece tanto el gobierno de la soledad a tu último beso...
Se parece tanto el gobierno de mi sangre a tu partida...
Que me saben a lo mismo, te digo.

Que no hay distancia... porque no estás lejos... que no estás, te digo.

viernes, marzo 31, 2006

A La 1...
















A la 1 menos 5, entré a mi habitación a soñarte despierto.
Me comí las uñas previamente. Entreabrí los ojos tantas veces que en un momento llegué a pensar que no conciliaría jamás tu imagen.

A la 1 menos 4, entré en tu recuerdo.
Me debatí en silencio frente a tu rostro. Destrocé mis labios de esquina a esquina y no fui capaz de decirte palabra alguna. Me quedé en suspenso.

A la 1 menos 3, entré recién en tu mirada.
Tus ojos me lo decían todo. Me culpaba violentamente tu rechazo, el desprecio hizo mella en mí e hice una máscara de hielo con tu ausencia para que mis lágrimas no respondieran a tus gritos...

A la 1 menos 2, me quedé entumecido en tus abrazos. Dormité inseguro de despertar ajeno a tus caricias. Ya no quería mi habitación hecha de muertos, quería la tuya hecha de afectos, aunque sé bien que no los merecía...

A la 1 menos 1 minuto, te besé en los labios, furtivo.
Me salté todo. Acudí a tu boca, irrumpí en tu beso.
Te robé lo que antes tantas veces fue mío.

A la 1 en punto... te perdí.
Y me quedé en silencio.
Desnudo ante la sombra que me quedó de ti. Desnudo ante la muerte que me produjo el daño de perderme sin tu aliento...

Despúés de la 1. Quién sabe que fue de mí.

No Estoy, Pero Soy





















No estoy en tus palabras. No me nombras, porque ya no cabe decir lo que tanto dolía...

No estoy en tus miradas hechas al espacio vacío que dejé tantas veces.
No me observas ni de reojo. Ya no desgastas tus pupilas en lo que llamaste tantas veces mi belleza...

No estoy en tus caricias; retazos madrugadores del deseo que te provocaba mi piel desnuda de errores... No corrompes ya tus manos en mi espalda impura.

No estoy en tu presencia... No estoy ante tu boca, tus ojos, tus manos...

Definitivamente ya no estoy.

No estoy, pero sé que aún soy.

viernes, marzo 10, 2006

Quisiera Pronunciarte















Quisiera hacer de este momento poesía.
Transformarte en verso y pronunciarte...

Abrir de par en par mis labios, amantes inconclusos en el umbral de tus dedos.

Que broten de mí tus dos piernas y tus dos brazos y que corran por mi lengua tus caricias hiperbólicas, se endilguen en mis dientes tus sonidos metafóricos y pueda extasiarme de tu música... del fragor de tus palabras.

Quisiera hacer de este momento poesía.
Transformarte en rima y cantarte ilusionado.

No permitir que el silencio me devele la nostalgia de los llantos olvidados.
No permitir que la estridencia de tu ausencia me traiga diapasones quebrantados por la lluvia amarga... por la encadenación de tus adioses...

Quisiera hacer de este momento poesía.
Transformarte en verso y pronunciarte abiertamente...

Sabor A Nada





















Con sólo el placer de abrir los labios me hallé un día besándote a mordiscos...

Sabor a nada; Impenetrable.

Dientes de melcocha los míos, lengua de seda la mía, color de ámbar mi boca; Palpitante.

Esquizofrenia, neurosis, psicosis, en fin... locura.

Calor de sol radiante en mis besos; Insolación.

Memoria de sal la mía, recuerdos de chicle los míos, estupidez de cachivache me toca... denigrante.

Nada, excepto el aire para conformarme... para que mis abiertos labios se complazcan en la interminable vaguedad de tu aliento de aire.




viernes, marzo 03, 2006

No Creo














Llenos de culpa...rebalsamos la copa que nos mantenía juntos.

En el ritual de siempre abandonamos nuestras manos y nuestros dientes... dejamos incluso de sujetar el aire que nos insuflaba vida.

Estando tú y yo enredados en la misa de nuestros cuerpos sobraban los dioses, sobraban las imágenes cubriendo nuestro pecado.

Pero todo cambió de pronto.

Me mordí las ansias por no verte más y encendí las horas para que se fueran pronto, pero bebí de tu agua tantas veces, que me moría de sed si me faltaba tu insultante plenitud...

Todo cambió...

Dejaste de mirarme con la fe que te embargaba al besarme...

Y empezó todo a ser igual...

Una boca unida a otra, una mirada concatenada al vacío; otra, al silencio...

Una mano atada a otra; una caricia hecha a la nada.

Siempre creí, que sería pasajero: un desgano, una pausa, una tregua en la abulia de los días, pero siempre fue así...

De ahí en adelante también perdí la fe...

Y ahora no creo.

No creo que lo nuestro se eleve nuevamente como una plegaria ...

No creo que vuelvas a la tersura de mis labios sólo por milagro...
No creo que me devuelvas el derecho a la vida que gané contigo...
No creo que esto deje de abandonarse como lo ha hecho.

Lo nuestro no disminuye, se diluye en la penumbra.

miércoles, marzo 01, 2006

No soy...















No soy.

Porque cuando era, estaba donde no llegaba nadie.

No soy la cara ruborizada que desatendía el exceso de afecto que rozaba en tus palabras... (por vergüenza).
No soy la piel que se encrispaba al roce de una mirada tuya llena de deseo... (por pudor).
No soy aquellas piernas que se desvanecían si una de tus manos pretendía atacarlas delicadamente... (por miedo).

No soy.

Porque cuando era, era contigo, aunque fuese independiente del aire y del agua, de la luz y el abrigo, era siempre contigo.

Ahora no soy. No puedo ser, pues no puedo ser lo que quería...


Tarde entendí que sólo yo jugaba este juego macabro. Y debía saberlo.

¿Cómo aprender a amar sin dañar, si uno va dañando cuando ama?

Tú me diste la evidencia. Yo sólo no quise verla.

Mientras era en ti, no tenía ojos para el daño.

Y es que aún no me resigno. Sin embargo, sé que ya no seré en ti, porque soy sólo en mí... en mí, que eras tú, aunque no acusaras recibo.

martes, febrero 21, 2006

Despiértame


















Estoy enhebrando el hilo de tu boca en mis uñas...
¡Cuánto bien me harían tus besos!
No quiero perdérmelos por la insensata pesadumbre del ayer.

Háblame con ese fuego obsesivo que te nace desde dentro... Hazme sentir tus requerimientos una y otra vez.

Duermo ahora.

Pero me basta tu lengua para despertar con el hermoso grito de tu deseo.

Anda... despiértame.

miércoles, febrero 01, 2006

Dame Esa Voz















El silencio obcecado.

La duda feroz.

El clamor de unos pasos.

La cruenta obsesión.

¡Cuánta idea! ¡Cuánta voz!

Se me duerme inocente la mirada,
se me explosa el calor de un adiós...

Se transforma en un hilo la espera... tan delgado que encadila mi razón.

¿Quién soy?
¿Quién soy?

Corregir, corregir... debo corregir con el brazo lo que el puño escribió...

Diseñar nuevos trazos... diseñar...

Romperme los dedos, romperme la nariz...

No quiero aromas... Quiero ser como tú... ¡No quiero sentir el olor de la nada en mi piel!

Sólo acepto el perfume de tu rostro dibujándome una sonrisa...

¡Ese trazo quiero!

Quiero garabatear en mi mundo de papeles lo que fui contigo...

Dame esa voz.



Vuelve















A duras penas dormiré esta noche.
Me he reservado tanto tiempo la razón infranqueable de tus manos,
que las ideas se me rebelan hoy y no hay quién las detenga...


¿Quién sino tú podría activar como lo hacías la maquinaria de mis deseos?
¿Quién sino tú podría darle cuerda al reloj inactivo de mis besos, durante tantos años?
¿Quién sino tú podría armar y desarmar los legos de mi alma, el tablero de nuestros juegos?



¿Quién sino tú podría eso y más?

Me pregunto ahora, ¿cómo no pensé en aquello todo este tiempo...?

Te engañé tanto haciéndote creer que estabas fuera de esto... y lo peor de todo es que me engañé a mí mismo.

¿Cómo pretender que te olvidaba si estás por doquier?

A duras penas dormiré esta noche... sabiendo que te perdí indefectiblemente.

La razón me recrimina tu ausencia...
Mi corazón clama que vuelvas...
Vuelve, que me faltas.

Eso es algo que ahora siento y sé.




sábado, enero 28, 2006

Soy Horrible





















Me miro al espejo y me hallo horrible...

Sin embargo, voy por las calles y sigo enamorando a gente que no es capaz de reconocer la fealdad que a gritos me corrompe.

No perciben a las hormigas comiéndose el dulzor que me dejabas...

No ven cómo los gusanos me desagarran la carne que solías aprisionar entre tus dedos desesperados por mi piel.

No se espantan de las moscas que dejan sus huevos en mi sangre, la misma que recorría mi cuerpo frenética movilizada con cada uno de tus besos.

Soy horrible.

Soy horrible.

Mi amor se descompuso irremediablemente.


jueves, enero 26, 2006

Cicatrices









Después de la golpiza quedaron cicatrices.
Una pierna rota, un brazo magullado,
un ojo en tinta que de a poco se recupera...

Yo quería los golpes, aunque parezca ridículo.
yo quería enfrentarte.
Sentía la imperiosa necesidad de batirme a duelo, indefenso como estaba, no para ser la vergüenza de tus amigos, ni para avergonzarme de mí mismo.
Más vergüenza sentí de caer nuevamente en las palabras tan sedosas que se te escaparon, tanto que mi piel adolorida no lo resistió y se entregó y no pude evitar desgastar otra lágrima más en ti.
Aquella noche me abrazaste como dándome un respiro... pero yo no quería eso.
Quería tu sangre... más bien la mía, brotando tortuosa por mis labios para no recordar la limosna de tu abrazo, después del cielo que prometiste a mi lado.

Después de la golpiza quedaron cicatrices.
Palabras rotas, deseos inconclusos,
un amor en cinta que de a poco se aborta en mí.

Intuía















Intuía el deceso.

La súbita ruptura de nuestro lazo.

Nos amarramos el uno al otro apresuradamente, como un niño que aprende recién a anudarse los zapatos... como aquel que no revisa, sale corriendo, se cae y llora inconsolablemente.

Intuía la caída.

Quise poner mi dedo en medio del nudo que se armaba, pero soy un niño también.

También quería jugar; también quería correr; de tu mano saltar las vallas que se interpusieran en nuestro camino; burlarnos de la gente al pasar; ser perversos...

Mira la fragilidad en que he quedado ahora.

Mi mejor amigo se fue. Te lo llevaste.

Me dejó mirando el atardecer con un balón entre las piernas, mientras sentado en el piso le recuerdo con una lágrima que no quiero dejar salir.

Recuerdo nuestro juegos, nuestras risas.

Recuerdo la falta que me haces.

Intuía...

Pero quería vivir.

Ni Golpes, Ni Caricias





















Tus manos atormentaron mi rostro.
Él sólo quería tus palabras, tus razones, que explicaras que te sucedió en el camino a mí...
La ebriedad de mi despecho fue tan irracional... pero soy lo que hiciste de mí.
Alguien que no me debía su tiempo me dijo: Cuídate, nadie puede dañarte, sólo tú lo haces...
Pero cómo hacerles entender que añoraba tanto tus caricias
¿Era eso mucho pedir si fueron mías tanto tiempo?
No olvidaba el deseo que brotaba de tus manos por romper desquiciadas la piel que cubría mi desnudez... la máscara aprendiz de la mentira.

Hoy no ansío ni siquiera eso. Estoy paralizado.

No quiero ni golpes, ni caricias.

Pero tampoco quería que fueras un espacio perdido, muerto, vacío... en mi historia... la nuestra.

Ahora me odias. Y el odio es amor sin perdón, según oí.

Ni golpes, ni caricias, ni perdón.

¿Qué nos queda entonces?

Dijiste. estás solo. Te equivocaste nuevamente. Estoy conmigo.

Pero tampoco soy feliz, aunque ahora ya no se deba a ti.

Canciones Que Matan



















Escuché la canción que debía definir nuestra relación para siempre.

Y la compartí contigo. La amamos desde el primer momento, aunque era tan triste...

Hablaba de nostalgias,perdones... distancias.

Era un sino desafiando a este amor que nació a destiempo.

Te amé a través de esa melodía.

Sin embargo, hoy quiero escucharte cantar con otra voz. Quiero memorizar la letra de otra historia de amor.

Busquémonos a escondidas, con los ojos vendados, sin brújula interior y te aseguro que nos hallamos en un beso.

Te amo.

Cántame al oído canciones que matan...

que matan el dolor de no tenerte conmigo.

Eres Mi Opción















No opto por la sensatez.

No opto por la paz, ni por la tregua. Aún no sé si acabará la guerra...

No opto por romperme el alma a pedazos por un turno.

No opto por sentirme inmerecidamente sacrificado.

No opto por deshacerme en excusas para mantener lo perdido.

No opto por negarme a mí mismo.

No opto por ser en alguien más que en mí.

No opto por morir antes de respirarlo todo profundamente.

Yo sólo tengo una opción.

Opto por la mano suicidante que se entregó a mi rostro desinteresadamente.

Opto por tus brazos que son mi refugio entre tanta sombra.

Opto por el aroma que me nace cuando tu cuerpo me envuelve.

Opto por ti.

Porque eres claramente mi única opción.

El resto del universo está en ti.

El Caos Era Necesario





















Cuando te miro directo a los ojos me siento lejano al resto... entro en tu mundo.
Tu aliento me embriaga... y pareciera que el orden en un segundo se transformó en un caos hermoso de aleteos perfumados...

Entro en la órbita de tus manos y me seduzco entero... me vuelvo un espacio de esferas de seda que flotan eróticas por tu piel.

El inicio desencadena en mí el final.

Así es cómo el ciclo se repite y vuelvo indefectiblemente a ti.

El caos era necesario.

La re-creación de tu boca, de tus manos, de tus ojos maravillosos, de tu piel entera, de ti... también lo era.

Amarte Es Un Arte
















¿Sabes que si hoy me rechazas muero?
¿Que si me niegas tu aire sólo respiro desperdicios...?
¿Que si tú dices "ya no te amo" pierde sentido todo lo que hago, todo lo que pienso, todo lo que soy...?

Por eso mi necesidad hoy es protegerte... crear una lazo tan resistente que pueda reírme de las fuerzas que se desgastan estériles al tratar de rompernos.

Debo edificar una torre tan alta para que quien quiera alcanzarnos no pueda resistir la falta de oxígeno que sólo compartimos tú y yo.

Pintar un cuadro surrealista que sólo entendamos al besarnos...

Esculpir tu rostro junto a mi boca una y mil veces...

Escribir un soneto con tus ojos rimándole al sol...

Debo cuidarte con mi esencia... con mi intento suicida de crear algo tan bello como tú...

Ese es mi desafío.

Porque ¿qué haría sin tí a mi lado? si soy un artista sólo cuando estoy contigo...

Amarte es un arte...

Somos nuestra propia creación.

miércoles, enero 25, 2006

Exijo El Premio















Estoy enredado entre sábanas de sueños... duermo revolcándome en ellas... mis piernas resuellan desesperadas en búsqueda de tu boca... quieren jadear hendidas por tu ausencia...

¿Dónde hallarte después de esta noche perversa?

Amanezco destrozado por el frío, humillado por la soledad, carente de sentido...

Pero no es justo, no merezco la apatía de tus brazos incrustados en las sombras; no merezco que me dejes oxidado en el recuerdo de una noche...

He sido más, he hecho mi trabajo a la altura de las circunstancias...

Merezco el premio que me debes... la derrota de tus manos, la entrega de tus armas, el silencio de tu boca venerando mi cariño...hoy quiero versos.

Merezco ese premio.

Dejaste Que Se Fuera Todo















Así, con las manos limpias aún... te toqué queriendo hallarte... tentando al vacío para que se apoderase de todo.

Te besé con unos labios remolinos que no eran míos... ¿ y tú? no liberaste ni una mueca de espanto.

¿Sabes qué es la soledad? por si no lo sabes, a tu lado , ella lo gobierna todo.

Mostré mis pulmones, el metal que envolvía mi pecho... dejé entreabierta mi armadura para que vulneraras mi alma y lo derrumbaras todo.

Así, con los dientes apretados, con la vista obnubilada.... te besé con unos labios caramelos que no eran míos... eran tuyos.

¿y tú? Tú silente, aguardaste a que la noche me cayera encima, se apagaran mis estrellas y se fuera todo a la misma mierda...


Saber Como Sabe Tu Sabor















Saber como sabe tu sabor...

Arrepentirme mañana. Morderme los dientes, romperme las manos, arrancarme los ojos...

Ver que no hay manera de negarte.

Sufrir cuando esperas poder ser feliz... Engañarte, ser feliz cuando debes sufrir...

¡Te lo mereces!, ¡te lo mereces!, ¡te lo mereces!

Bien merecido te lo tienes... por cubrir de sueños la inocencia de los años...

Me lo digo a la cara.

Lo dulce sabe amargo a la vez, lo sé...

Sé como sabe tu sabor.