martes, junio 09, 2009

Uno aprende a no sufrir



Uno aprende a no sufrir por la parafernalia de la vida.
Entiende que la sarta de confesiones, espasmos, tribulaciones... son sólo pasajeros.
Al volver la mirada hacia la niebla, igual se logra visualizar la mierda que dejaste atrás.

No hay miedo, vanidad, ni idolatría que reverbere la paz de la infancia.
No hay mentiras piadosas ni truculencia asesina que nos quite más inocencia de la perdida.

Uno aprende a no sufrir por payasadas.

Que tu mirada que no vuelve,
que tu sonrisa que se apaga... incluso en la memoria.

Uno aprende a no sufrir,
pero es el instinto el que falla tantas veces.