viernes, marzo 07, 2008

La culpa es de uno...


La culpa es de uno.

¿Llorarte para qué?
si una lágrima no alcanza a comprar la calma de los pies derrotados.

El rubor de la inocencia
se confunde con la lujuria de un recuerdo acariciante
y ni así se hace lumbre el silencio;
ni así se vuelve huella la pisada.

La culpa es de uno...

La fosa en que se guarecen nuestros cuerpos,
huele a tiempo resecado, al deterioro de nuestros labios,
a palabra muerta, a mirada añeja.

Y yo que me sentía seguro de la sombra y el canto
desnudando con ayuda de la brisa el dolor de nuestro tiempo.

¿Llorarte para qué?
Si la piel se volvió de piedra al contacto de la noche.
Si la culpa es de uno cuando no se vuelve a la seda que el rocío fabricaba en nuestro beso.

La culpa es toda de uno...

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