viernes, marzo 31, 2006

A La 1...
















A la 1 menos 5, entré a mi habitación a soñarte despierto.
Me comí las uñas previamente. Entreabrí los ojos tantas veces que en un momento llegué a pensar que no conciliaría jamás tu imagen.

A la 1 menos 4, entré en tu recuerdo.
Me debatí en silencio frente a tu rostro. Destrocé mis labios de esquina a esquina y no fui capaz de decirte palabra alguna. Me quedé en suspenso.

A la 1 menos 3, entré recién en tu mirada.
Tus ojos me lo decían todo. Me culpaba violentamente tu rechazo, el desprecio hizo mella en mí e hice una máscara de hielo con tu ausencia para que mis lágrimas no respondieran a tus gritos...

A la 1 menos 2, me quedé entumecido en tus abrazos. Dormité inseguro de despertar ajeno a tus caricias. Ya no quería mi habitación hecha de muertos, quería la tuya hecha de afectos, aunque sé bien que no los merecía...

A la 1 menos 1 minuto, te besé en los labios, furtivo.
Me salté todo. Acudí a tu boca, irrumpí en tu beso.
Te robé lo que antes tantas veces fue mío.

A la 1 en punto... te perdí.
Y me quedé en silencio.
Desnudo ante la sombra que me quedó de ti. Desnudo ante la muerte que me produjo el daño de perderme sin tu aliento...

Despúés de la 1. Quién sabe que fue de mí.

No Estoy, Pero Soy





















No estoy en tus palabras. No me nombras, porque ya no cabe decir lo que tanto dolía...

No estoy en tus miradas hechas al espacio vacío que dejé tantas veces.
No me observas ni de reojo. Ya no desgastas tus pupilas en lo que llamaste tantas veces mi belleza...

No estoy en tus caricias; retazos madrugadores del deseo que te provocaba mi piel desnuda de errores... No corrompes ya tus manos en mi espalda impura.

No estoy en tu presencia... No estoy ante tu boca, tus ojos, tus manos...

Definitivamente ya no estoy.

No estoy, pero sé que aún soy.

viernes, marzo 10, 2006

Quisiera Pronunciarte















Quisiera hacer de este momento poesía.
Transformarte en verso y pronunciarte...

Abrir de par en par mis labios, amantes inconclusos en el umbral de tus dedos.

Que broten de mí tus dos piernas y tus dos brazos y que corran por mi lengua tus caricias hiperbólicas, se endilguen en mis dientes tus sonidos metafóricos y pueda extasiarme de tu música... del fragor de tus palabras.

Quisiera hacer de este momento poesía.
Transformarte en rima y cantarte ilusionado.

No permitir que el silencio me devele la nostalgia de los llantos olvidados.
No permitir que la estridencia de tu ausencia me traiga diapasones quebrantados por la lluvia amarga... por la encadenación de tus adioses...

Quisiera hacer de este momento poesía.
Transformarte en verso y pronunciarte abiertamente...

Sabor A Nada





















Con sólo el placer de abrir los labios me hallé un día besándote a mordiscos...

Sabor a nada; Impenetrable.

Dientes de melcocha los míos, lengua de seda la mía, color de ámbar mi boca; Palpitante.

Esquizofrenia, neurosis, psicosis, en fin... locura.

Calor de sol radiante en mis besos; Insolación.

Memoria de sal la mía, recuerdos de chicle los míos, estupidez de cachivache me toca... denigrante.

Nada, excepto el aire para conformarme... para que mis abiertos labios se complazcan en la interminable vaguedad de tu aliento de aire.




viernes, marzo 03, 2006

No Creo














Llenos de culpa...rebalsamos la copa que nos mantenía juntos.

En el ritual de siempre abandonamos nuestras manos y nuestros dientes... dejamos incluso de sujetar el aire que nos insuflaba vida.

Estando tú y yo enredados en la misa de nuestros cuerpos sobraban los dioses, sobraban las imágenes cubriendo nuestro pecado.

Pero todo cambió de pronto.

Me mordí las ansias por no verte más y encendí las horas para que se fueran pronto, pero bebí de tu agua tantas veces, que me moría de sed si me faltaba tu insultante plenitud...

Todo cambió...

Dejaste de mirarme con la fe que te embargaba al besarme...

Y empezó todo a ser igual...

Una boca unida a otra, una mirada concatenada al vacío; otra, al silencio...

Una mano atada a otra; una caricia hecha a la nada.

Siempre creí, que sería pasajero: un desgano, una pausa, una tregua en la abulia de los días, pero siempre fue así...

De ahí en adelante también perdí la fe...

Y ahora no creo.

No creo que lo nuestro se eleve nuevamente como una plegaria ...

No creo que vuelvas a la tersura de mis labios sólo por milagro...
No creo que me devuelvas el derecho a la vida que gané contigo...
No creo que esto deje de abandonarse como lo ha hecho.

Lo nuestro no disminuye, se diluye en la penumbra.

miércoles, marzo 01, 2006

No soy...















No soy.

Porque cuando era, estaba donde no llegaba nadie.

No soy la cara ruborizada que desatendía el exceso de afecto que rozaba en tus palabras... (por vergüenza).
No soy la piel que se encrispaba al roce de una mirada tuya llena de deseo... (por pudor).
No soy aquellas piernas que se desvanecían si una de tus manos pretendía atacarlas delicadamente... (por miedo).

No soy.

Porque cuando era, era contigo, aunque fuese independiente del aire y del agua, de la luz y el abrigo, era siempre contigo.

Ahora no soy. No puedo ser, pues no puedo ser lo que quería...


Tarde entendí que sólo yo jugaba este juego macabro. Y debía saberlo.

¿Cómo aprender a amar sin dañar, si uno va dañando cuando ama?

Tú me diste la evidencia. Yo sólo no quise verla.

Mientras era en ti, no tenía ojos para el daño.

Y es que aún no me resigno. Sin embargo, sé que ya no seré en ti, porque soy sólo en mí... en mí, que eras tú, aunque no acusaras recibo.