lunes, enero 15, 2007

Bésame
















El beso de tu boca se me cuela incesante entre los labios.
Un beso consagrado al amor de tus manos recorriendo mi rostro.

Tu beso me endulza el deseo, carameliza mis ganas y me derrite entero.
El beso de mi boca se guarda sagrado en tu mirada de plata,
brillante y noble como para no poder ofenderla jamás...

Y es que te beso y me besas y en cada beso
la virgen nervadura de nuestros cuerpos se crispa golosamente
hasta devolvernos al espacio del que nunca debimos escapar.

Recuerdo tu beso de espóras,
viajando en el viento hasta encontrarme y fecundar mi piel...
Recuerdo mi beso de abejas,
siempre buscando la flor más dulce, la más deliciosa... la flor de tu cuerpo.

Besa el tiempo que me anida;
besa mi dimensión espacial por completo.
Besaré tu cuarto de mundo de rodillas si me lo pides,
pero a cambio...
sólo bésame.

martes, enero 09, 2007

Vanidad




















En la piel tengo anclada la mala costumbre de sentir que todo es mío.
Que no puedo perderte,
que la fe en mis abrazos basta para que no te escapes.

Que cada mirada tuya recala en mí,
que cada sonrisa tuya nace de tu vientre agradecida de mis besos.
Que el egoísmo era la mejor manera de hacerte sentir feliz.

¡Qué vanidad!
Ahora mis lágrimas me explican lo torpe que fui.

¿Cómo dormir seguro de tus manos si me deshice de ellas dedo a dedo?

¡Vanidad! ¡Vanidad!
El ego subido al cielo y golpeado en la cabeza hasta partirlo en mil.

Ahora heme aquí,
doblegado por tu ausencia.
Imprudente de mí.
La nocturnidad de tu olvido me dirá cuánto valgo realmente.

¡Cuánta desdicha nace de mí!
El ronquido sordo de tus tactos ya no arrullará mis sueños.

¡Vanidad!, ¡Vanidad! Culpable vanidad...

El Mundo Al Revés



















Y tus manos se escondieron y me dejaron en penumbras.
Solitario, yo que nací entre tantos.
Yo que esperaba tanto...
me quedé en el camino con el alma desarmada.

Los latidos del corazón fueron sólo un reflejo del miedo;
una cápsula de vida que se negaba a morir.

Yo que efervescía como tantos.
Yo que me movía entre respiro y respiro.
Hoy soy sólo una mueca gigante de frustración...
me perdí a mí mismo.

Yo que me protegía del mundo como tantos.
Yo que me cubría de espejos para ahuyentar el dolor.
Se me dio vuelta el mundo,
se me vacío el vaso de la certidumbre
y terminé bebiendo del piso el agua de la muerte.

Yo que amaba como tantos y entre tanto,
me destruía inexorablemente.

Puñalada
















Al filo de la navaja conversé tu nombre y el mío
y el equilibrio precario en que nos mecímos provocó cientos de heridas
tan certeras en mi piel...

Me penetraste insensible con la misma daga con que afilaste mis sueños
y me desangré incesante hasta convertir mi sangre en un riachuelo de despechos...

Todo el tiempo fuiste tú... todo el tiempo fui yo.

¿Cómo se puede vivir dando tumbos asesinos a diestra y siniestra;
atacácandole la sombra a quien te entrega lo que no le sobra?

Nos enlazamos de pies y manos;
rompimos los pliegues que escondían nuestras llagas...
quedó al descubierto una mentira tan profunda
como la grieta que hoy produces en mi carne.

Tu boca fue una puñalada;
tu aliento el veneno que me robó las ganas.

domingo, enero 07, 2007

Celebración















Un carnaval de besos estoy organizando para celebrarte.

Quiero decorar el cielo de tu boca y de la mía.
La procesión ha de colorear el espacio en que nos unimos.
Fue hace un día, dos, tal vez toda la vida.

Lo bello es y será tu palabra segura,
tu nombre tatuado con espejos que reflejan infinitamente cuánto te pertenezco.

Hoy quiero una fiesta a tu lado,
sin más invitados que tu piel y la mía...

Quiero resolver con las luces de tu presencia,
la sombra de una ausencia que me hacía horrible.

Por eso debo celebrarte en el cielo,
abrir en las nubes un arcoiris de labios arremolinados
apasionados hasta la gloria,
que te aseguren la necesidad que tengo
de no perderme el oxígeno que tus brazos me provean.

Un carnaval de besos estoy organizando para ti,
para celebrar este tiempo nuevo de esperanzas diseminadas por el aire.
Un aire que tú generas,
un aire coloreado de amores,
un aire que me da la vida que me faltaba.

Amo la voz que me nace enamorada.
Amo la celebración que nos merecemos hoy... amo que me ames.

lunes, enero 01, 2007

Besos

















Tocaste mi hombro.
Volteé y te miré a los ojos.
¿Cómo explicar la fuerza con que el corazón repetió tu nombre?
El eco de los besos que aún guardo de ti se sublevó y abandonó mis labios.

¿Qué hubiese dado por el sabor profundo que desprendía tu mirada?

Tu abrazo fue eterno y me hubiese quedado aún más,
revuelto entre tus besos, si hubieses querido adueñarte de mi boca.

Besos, besos y más besos...
Besitos inmensos.

Dame un poco de la inocencia que ya no me queda.
Bésame con la ternura que te nace y en mí está dormida.

Frente a ti sentí que el resto desaparecía de a poco.
Tu boca gobernaba el universo que me quedaba...

¿Qué me hizo falta para retenerte en mis labios?

Quizás nuevos besos.

Besos, besos y muchos más besos...
besitos inocentes.

Libres de las manchas de otras bocas.
Libres del odio que tu boca y la mía han regurgitado tanto tiempo.

Besos, besos, besitos...
Démonos mil y más.