domingo, mayo 23, 2010

Golondrina


Y me perdí tantas veces en el desierto de mis manos,
queriendo acariciar tu recuerdo de golondrina perdida...

Y quise emprender el vuelo tantas veces y me quedé siempre sin alas,
resquebrajado en la orilla de mi mar de miedos.

Y tú no regresas, aunque te grite que vuelvas.
Y yo no me rindo, aunque me grites que olvide.
Y me quedé tanto tiempo mirando las estrellas,
que su brillo me parecía sincero.

Y seguí con la mirada tu último trayecto tantas veces
que hasta podía limpiar el cielo con mis dedos...

Y no sé qué hacer ahora que me faltas
que no hallo otra manera de seguir viviendo
que sentarme en esta orilla, desgastado
a esperar que me coja la marea.

Quizás un día aparezcas y me encuentres
arremolinado entre las olas,
susurrando aún tu nombre.