Y me perdí tantas veces en el desierto de mis manos,
queriendo acariciar tu recuerdo de golondrina perdida...
Y quise emprender el vuelo tantas veces y me quedé siempre sin alas,
resquebrajado en la orilla de mi mar de miedos.
Y tú no regresas, aunque te grite que vuelvas.
Y yo no me rindo, aunque me grites que olvide.
Y me quedé tanto tiempo mirando las estrellas,
que su brillo me parecía sincero.
Y seguí con la mirada tu último trayecto tantas veces
que hasta podía limpiar el cielo con mis dedos...
Y no sé qué hacer ahora que me faltas
que no hallo otra manera de seguir viviendo
que sentarme en esta orilla, desgastado
a esperar que me coja la marea.
Quizás un día aparezcas y me encuentres
arremolinado entre las olas,
susurrando aún tu nombre.
queriendo acariciar tu recuerdo de golondrina perdida...
Y quise emprender el vuelo tantas veces y me quedé siempre sin alas,
resquebrajado en la orilla de mi mar de miedos.
Y tú no regresas, aunque te grite que vuelvas.
Y yo no me rindo, aunque me grites que olvide.
Y me quedé tanto tiempo mirando las estrellas,
que su brillo me parecía sincero.
Y seguí con la mirada tu último trayecto tantas veces
que hasta podía limpiar el cielo con mis dedos...
Y no sé qué hacer ahora que me faltas
que no hallo otra manera de seguir viviendo
que sentarme en esta orilla, desgastado
a esperar que me coja la marea.
Quizás un día aparezcas y me encuentres
arremolinado entre las olas,
susurrando aún tu nombre.
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