domingo, abril 25, 2010
Violencia
Con brutal desasosiego me quitaste la ropa.
Me volteaste el rostro, rompiendo la seda de mi honor a bofetadas.
Me quedé sin primaveras,
desnudo de mariposas.
Desde ahí que escondo la mirada
a los que intentan posar sus sonrisas sobre mí.
a ratos me refugié en la furia del mar.
y la bahía rompía en llanto
cada vez que me abrazaba a la sombra del oleaje.
Con la paz de un muerto en la mirada
me obligaste a defenderme.
Te atreviste a morder mis lágrimas
queriendo acallarlas.
No sentías nada.
Sólo empujabas contra mí
tu maldita y resentida y apátrida violencia.
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