jueves, enero 26, 2006

Cicatrices









Después de la golpiza quedaron cicatrices.
Una pierna rota, un brazo magullado,
un ojo en tinta que de a poco se recupera...

Yo quería los golpes, aunque parezca ridículo.
yo quería enfrentarte.
Sentía la imperiosa necesidad de batirme a duelo, indefenso como estaba, no para ser la vergüenza de tus amigos, ni para avergonzarme de mí mismo.
Más vergüenza sentí de caer nuevamente en las palabras tan sedosas que se te escaparon, tanto que mi piel adolorida no lo resistió y se entregó y no pude evitar desgastar otra lágrima más en ti.
Aquella noche me abrazaste como dándome un respiro... pero yo no quería eso.
Quería tu sangre... más bien la mía, brotando tortuosa por mis labios para no recordar la limosna de tu abrazo, después del cielo que prometiste a mi lado.

Después de la golpiza quedaron cicatrices.
Palabras rotas, deseos inconclusos,
un amor en cinta que de a poco se aborta en mí.

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