Pensé que jamás llegaría el momento.
Imaginé que la complementariedad utópica no lo era tanto...
Que alcanzar tus manos y la velocidad de tus pies no era tan difícil... pero me quedé atrás tantas veces...
Sin embargo, estar a tu lado me devolvió la esperanza.
Abrigué tu espalda con la mía; me entregaste el calor que me hacía falta.
Dormí en tus manos; penetraste en mi destino como un desierto... me secaste el abandono... bastábamos tú y yo.
Quise romper la tristeza con mis propias manos y mis propios besos... y me entregué a ti como un sacrificio que se da lleno de fe.
Hasta que empezaste a herir.
Empezaste a doler incluso antes de la entrega.También después de la fatiga gozosa de tu boca...
Ya la sangre se desliza en mí como un manantial... fluye en mí la soledad y el miedo...
empiezas a herir...
empiezas a quitarme la vida al quitarme tu amor.
jueves, enero 19, 2006
Empiezas A Herir
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario